Epicteto, un tío muy listo

Pues no tenía el placer de conocer a este señor, pero desde hoy estoy totalmente “in love”.

Lo he descubierto a través de un artículo que he leído en Linkedin y me he quedado patidifusa por la lógica de su discurso y también me ha hecho gracia pensar que en la época de este señor ya existieran problemas que seguimos teniendo a día de hoy casi todos los mortales.

Nació (ni más ni menos) en el año 50 y fue esclavo durante un porrón de años. Siguió la corriente de pensamiento Estoica, que lo que viene a decir es que la verdadera felicidad depende de nosotros mismos.

Frases de este señor:

“No son las cosas que nos pasan las que nos hacen sufrir, sino lo que nosotros nos decimos sobre esas cosas”

“En cuanto a todas las cosas que existen en el mundo, unas dependen de nosotros, otras no”

“Si hablan mal de ti, y es verdad, corrígete a ti mismo; si es mentira, ríete de ella”

“El hombre no está preocupado tanto por problemas reales como por sus ansiedades imaginadas sobre los problemas reales”

“Ninguna persona es libre si no es dueña de sí misma”

“El que se ríe de sí mismo, nunca se queda sin cosas de las que reírse”

“¿Quién es el hombre rico? Preguntaron y Epicteto respondió “El qué está contento”

“Todos los asuntos tienen dos asas: por una son manejables, por la otra no” (favorita 2)

”Primero aprende el significado de lo que dices y luego habla”

“La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad”

“En las desgracias propias hay que acordarse del estado de conformidad con que miramos las ajenas”

“Ni el propio Júpiter puede forzarme a desear lo que no quiero ni a creer en lo que no creo” (favorita 1)

“Suprime la idea y suprimirás también el hecho”

“Cuanto mayor es la dificultad, más gloria se obtiene al superarla. Los pilotos hábiles obtienen su reputación en las tormentas y las tempestades”.

Y así podría seguir porque es ponerse a buscar y no parar.

Este modo de pensar me ha recordado al libro de “El hombre en busca de sentido” de Víktor Frankl, que debería ser de obligada lectura. Este psiquiatra judío estuvo prisionero en un campo de concentración nazi y se preguntó cuál era la razón que hacía que algunos de sus compañeros sobrevivieran y otros en cambio, incluso a priori con una complexión física más atlética, murieran cuando todos estaban atravesando por la misma horrible situación. Se lee rápido y aunque es un poco duro, creo que nos ayudaría leerlo de vez en cuando para recordarnos como la fortaleza de espíritu puede determinar nuestro camino.

Me ha resultado curioso encontrarme con este señor, hoy justo, en un día bajón. No debería hacernos sentir mal lo que los demás hagan o nos digan, porque en realidad sus palabras y hechos, no hablan sobre nosotros, sino más bien sobre si mismos.

Sentirnos enfadados u ofendidos como consecuencia de las conductas de los otros nos genera un malestar que nos resulta difícil de gestionar y nos causa un daño en vano. Este señor viene a decir que debemos de sentir cómo lástima de estas personas, porque no dejan de ser víctimas de sus circunstancias por lo que acumular resentimiento sobre ellas, solo nos hace mal a nosotros mismos.

Tampoco significa que tengamos que dejarnos llevar y seamos marionetas del destino, solo que dediquemos nuestra energía a trabajar sobre lo que podamos solucionar o mejorar y aceptemos aquello que no.

Solo quería haceros partícipe de mi hallazgo…ya sabéis que este tipo de pensamiento me parece de mucha ayuda. No creáis que yo consigo ponerlo siempre en funcionamiento, pero no dejo de intentarlo, aunque no me salga.

Así que eso, que yo también quiero ser ESTOICA.

Qué pena no haber podido conocer a este fenómeno.

¿Alguien más se apunta a este “novedoso” movimiento?

Un abrazo,

B.B.

P.D. María, publico por la mañana, a ver si así no te vas a tarde a la cama leyendo 😉