Estas zapatillas

Siempre que me pongo estas zapatillas pienso que las tendría que tirar.

Pero no puedo, porque es que las adoro.

Aparte del modelo, que me parece lo más, son realmente especiales para mí.

Recuerdo perfectamente el momento en qué compre las zapatillas y desde entonces, me han acompañado en un montón de aventuras.

Si sus suelas pudieran, nos hablarían de…

Lo que me gusta andar por las calles de Madrid.

Qué nunca me acuerdo de que en Agosto hace fresco y llueve en Santander!

Lo buenísimos que están los croissants en Paris.

Lo encantador que es Nothing Hill.

El calor tan horrendo que puede llegar a hacer en julio en Roma.

Lo empinada que es la Muralla China.

Se quejarían del exceso de peso de cada embarazo.

De mi paso firme y alegre durante los primeros paseos de mis bebés.

Y de otras mil aventuras más seguro, que ahora mismo no puedo recordar.

Pienso en mi Yo que compró las zapatillas y me hace gracia.

Nunca hubiera podido imaginar todo lo que ha cambiado su vida en estos seis años.

Pienso en las pequeñas cosas, como estas zapatillas, que nos acompañan sin darnos cuenta a lo largo de nuestra vida y que son testigos de todas nuestras alegrías y nuestras penas.

Cómo habréis podido imaginar, soy muy sentimental y muy de tener recuerdos de momentos importantes, que me hicieron muy felices.

Cuando a veces alguno de esos recuerdos se pierde, se rompe…suelo vivir un primer momento de shock, en plan, “no puede ser”, y luego me digo que, afortunadamente, los recuerdos están almacenados en un sitio muy seguro en el que, por suerte para mí, no solo no pueden deteriorarse, sino que solo pueden hacer que crecer y crecer, todas las sensaciones que en su momento me provocaron.

Estas zapatillas hablan de mí.

Soy una tía seria, responsable que podría traducirse en vestir clásica (demasiado, diría mi marido), monocolor…pero también tengo una parte más divertida, creativa que me gusta mostrarla en pequeñas dosis con complementos más “inesperados” en mí.

A esa Yo del Decathlon le diría que, de la misma manera que no piensa en el qué dirán por llevar unas zapatillas coral fosforito (algo que incluso podía resultarse hasta divertido), qué…

Tampoco tuviera miedo a nada más.

No le afectara lo que los demás puedan decir o hacer…el tiempo pone a cada uno en su sitio.

VIVA

Lo intente

Lo VALE

Nunca es tarde

Deje de preocuparse por lo que pasa, pero sobre todo por el “que pueda pasar”

No sea tan exigente, ni consigo misma, ni con los demás.

Efectivamente, NO ESTÁ EQUIVOCADA y lo importante es ser coherente y vivir conforme a sus principios, teniendo su conciencia tranquila.

Habrá momentos que no serán fáciles, pero seguro merecerán la pena.

Un abrazo fuerte para todos, y otro especial para la chica del Decathlon que, con sus luces y sus sombras, me ha traído hoy hasta aquí.

B.B.