top of page

La ilusión



Este fin de semana mi hermano se debe haber puesto nostálgico o no sé qué, pero publicaba en su perfil de Instagram una foto de su cumpleaños de este año. Cumpleaños, que como el de mi querida sobrina, fue durante el confinamiento, por lo que no hubo celebración al uso. Me hizo gracia leer sus palabras, porque decía que pese a haberlo pasado solo, había sido uno de los cumpleaños más bonitos que había vivido.


Puede resultar curioso, pero en su caso, lo entiendo perfectamente, y así lo he percibido yo también.


Por otra parte, ya venía yo desde hace unas semanas dándole vueltas a una idea sobre el confinamiento, pero que ha ido tomando forma, de manera más nítida, desde hace pocos días.


Pensaba en su caso y en el mío, y aunque suene mal decirlo, creo que sí, ha sido duro, muy duro para los dos (por causas diferentes) pero también nos ha traído mucha luz.


En su caso, tras un período personal difícil, ha tenido la oportunidad de comenzar de cero a sus más de 40 años y lo ha hecho siendo la mejor versión de sí mismo. Siempre he admirado su espíritu práctico, pero, sobre todo, su capacidad de encontrar un incomprensible equilibrio entre garra y voluntad de luchar y aceptación/resignación que hacen de él un compañero ideal de fatigas en los momentos difíciles.


Durante esta complicada situación, sumada a la que él ha vivido personalmente, ha tenido una actitud ejemplar. Manteniendo el temple, parando los ponys, viviendo con honestidad según sus principios y mostrándose (como siempre) como uno de los hombres más generosos que he conocido. Gracias a eso ha conseguido llegar donde está. Ser un buen hombre, con unos hijos que lo adoran y una familia que siempre estará a su lado.


Admiro el hogar que has formado Bro. Solo tú sabes todo lo que has pasado para estar aquí, pero quiero que seas consciente que todo sacrificio tiene su recompensa y que las personas buenas, se merecen que le pasen cosas buenas.


Y con respecto a mí. He pasado días durísimos durante el confinamiento, pero mirando ahora con perspectiva todos estos meses que ya se fueron (afortunadamente) veo que han tenido su efecto positivo en mí.


La vuelta al cole de los niños me causaba mucha preocupación, y aunque el miedo y la preocupación siguen estando presentes, no puedo dejar de comprobar el efecto positivo que en mis hijos ha tenido la vuelta. Lo necesitaban tanto…aprender y el contacto con los compañeros era muy necesario. De forma colateral, su vuelta ha supuesto un tiempo de desconexión, de poder estar pendiente de otras cosas…lo que me ha permitido, además de echarlos mucho de menos, ir a recogerlos con mucha ilusión y tener ganas y energía suficiente para poder disfrutarlos como se merecen.


A nivel laboral, sigue siendo una situación complicada y no tiene buena pinta, pero, por otra parte, estoy en otra historia, con otro proyecto en mente, que hace que le quite importancia a este marrón. Durante este período de tiempo he podido hablarme alto y claro, y escucharme sobre lo que realmente quiero hacer, y poco a poco, sin darme cuenta, mi nuevo proyecto va cobrando forma y a pesar de todas las posibles dificultades que puedan surgir, tengo Ilusión, esperanza de poder hacer algo que me resulta muy gratificante. Deseo con todas mis fuerzas que este proyecto salga bien, pero no paro de decirme que, en caso contrario, no dejará de ser también una victoria, porque habré vencido algunos de mis miedos, y lo habré intentado, lo que me permitirá seguir viviendo con bastante menos peso en mi mochila.


Así que si, en cierta medida, a mí y a mi hermano nos han pasado cosas buenas. Quizás no los hechos en sí, pero si la capacidad de sobreponernos de manera positiva a todo esto que nos ha tocado vivir; ¿será la famosa resiliencia?


He decidido que no quiero vivir con miedo, si con prudencia y respeto, pero vivir. No quiero que el temor a que pase aquello que no quiero, me paralice. Sobre todo, cuando lo que tiene que pasar pasa, ya que hay muchas cosas que, por suerte o por desgracia, están fuera de nuestro control y perder tiempo y energía en intentar controlarlas nos quita mucho tiempo de emplear en aquello que hoy, ahora, nos hace feliz.


A pesar de todo, tengo otra vez ilusión…por vivir, por hacer, por luchar, por conseguir, por disfrutar, …y el reencontrarme con ella, me ha hecho muy feliz porque me ha hecho ver a través de los ojos de la ilusión, todo lo que tengo, lo que me rodea, lo que soy y lo que puedo ser, y para mí no hay cosa más bonita que tener esa sensación, ser capaz de ver las cosas de otra manera.


Pues eso, “Hola Ilusión, ¡qué bueno que viniste!”


Un abrazo


B.B

 
 
 

1 comentario


amparopresencia
21 sept 2020

Muy buen planteamiento frente a lo que nos ocurre,el de la voluntad y la aceptación de las cosas que nos pasan,me gusta y coincido.en que la ilusión es el motor de la vida.Me alegro mucho por ti y por tu hermano.Besos.

Me gusta
bottom of page