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La ilusión



Hace ya días que estoy desaparecida, lo sé, pero realmente es que llevo unas semanas en las que casi no me acuerdo ni como me voy a la cama de lo que super cansada que estoy.


La semana pasada, los temidos “mocos” entraron en casa, y como una perfecta cadena, uno a uno fuimos cayendo como moscas. En circunstancias normales, fastidian porque ves que los peques no se encuentran bien, pero en estos momentos parece que le tienes un respeto especial a cualquier cosa relacionada con la salud, y nosotros quisimos ser prudentes…nuestra prudencia se tradujo en un día en casa el mayor y dos días adicionales la pequeña. El mayor se portó súper bien, de hecho, yo creo que disfrutó de estar de rey de la casa todo el día, pero la pequeña, digamos que lo llevó peor, y en consecuencia, los demás también. Angelito, ella no entendía porque no le hacíamos caso y fue muy complicado sobrellevar esos días.


A todo esto, la persona que nos ayuda en casa (bendita seas María José) la pobre también estuvo mala (y sigue aún) con lo que a los trastos (por así decirlo) del día a día, se juntaron los de tres días de niños en casa "a full"…todo eso sumado a qué por prevenir, no dejamos venir a los abuelitos a ver a los peques por si acaso…


Ya sabéis que escribir ha sido siempre terapéutico para mí, pero lo cierto es que no tenía ni cuerpo ni ganas de escribir una palabra…fruto del cansancio tuve una "bajona" de las buenas.


Porque sumado al cansancio, no paraba de pensar en mi pequeño negocio y en cómo lo estaba descuidando al pobre.


Y no podía dejar de quitarme de la cabeza la siguiente pregunta:


Teniendo trabajo a tiempo completo, siendo madre de dos preciosuras (pero pequeñinas y muy exigentes), la casa, una pandemia mundial, etc… ¿Quién me había mandado a mí embarcarme en esta preciosa aventura sin tener la seguridad de poder dedicarle el tiempo que se merecía? O lo que es peor, estando convencida que lo encontraría!


Estuve días triste porque pensaba en qué me estaba traicionando a mí misma y a la gente que había confiado en mí, porque les había convencido de algo que no estaba siendo capaz de gestionar con el mimo que para mí merecía…un proyecto tan especial😥


Hasta que pensé en la razón última que me había hecho empezar con todo esto y esa eran la ILUSIÓN. A priori, y con la incertidumbre que generan todos los comienzos, la única razón que te impulsa a hacer algo así, es la Ilusión. Algo que por suerte, o por desgracia, no se puede explicar, porque no responde a aspectos racionales, pero es como un motor que te impulsa y te mantiene en marcha.


Pensé en cómo durante la Pandemia el trabajar con las manos me había ayudado a evadirme, a sentirme bien y a reconectarme con mi parte creativa que solo me ha traído que alegrías. Junto con el proceso de evasión he podido vivir otros de manera transversal tan importantes o más; como ha sido el de escucharme, darme voz a mí misma, mi espacio y cuestionarme cuentos que me había contado hasta ese momento a mí misma y que habían sido un lastre en el pasado.


Así que, si, puede que esté loca, pero este proyecto me gusta, me hace sentir bien, y ante tanta incertidumbre, negativismo, frustración, tristeza, quiero poder tener acceso a mi pequeña parcela de lo bonito, de lo sencillo y poder disfrutar de su belleza.


Estos días he pensado mucho en que estamos viviendo el momento de la historia en el que, probablemente, más acceso tenemos a información y pienso en qué medida esto nos dificulta o facilita la vida. Y sí, tenemos que saber cómo van las cosas, pero pienso en hasta qué punto nos informan o nos manipulan, porque no puede ser que dependa del canal, del medio de comunicación, etc. la historia que nos cuenten parezca distinta, cuando los hechos son los hechos.


Es evidente que la gestión realizada de la pandemia podría haber sido mejor, pero no debemos de olvidarnos de la responsabilidad individual que tenemos para hacer que toda esta situación evolucione en un sentido o el otro y en cómo la vamos a vivir hasta que de una vez acabe.


Yo quiero estar informada, quiero hacer todas las cosas que estén en mi mano para hacer que esto acabe pronto y bien, pero no quiero que me quiten la alegría de vivir, y quiero centrarme en lo bonito que tengo alrededor, aunque sea pequeño…y quiero aferrarme a ello con fuerza y con ganas.


Así que cuando mi madre me ha enviado esta foto, me ha alegrado el día y he pensado en qué voy a comerme todo el que mi hija y mi sobrino me dejen:





Así que perdonadme mis idas y venidas, pero voy poco a poco, como la situación, días mejores, días peores, pero siempre hacia delante y con ilusión.


Y vosotros, no dejéis de disfrutar tampoco de vuestra pequeñas pero bonitas cosas, como puede ser, vuestro trozo de turrón😎

Un abrazo!


B.B.

 
 
 

3 Comments


elepa2000
Dec 31, 2020

Que bonitas reflexiones ahora que leo esto finalizando el año. La ilusión es el motor que mueve el mundo. Y valorar las cosas pequeñas y los detalles. 😘

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amparopresencia
Nov 06, 2020

Te echábamos de menos .

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amparopresencia
Nov 06, 2020

Muy bien Isabel,la ilusión es el motor que mueve el mundo en cualquier parcela de la vida,tengas las dificultades,edad etc que sean,así queuy bien,para adelante.

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