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Los entresijos de una boda (I)

Actualizado: 7 jul 2020



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Empecé recordando el otro día los regalitos que hicimos en nuestra boda para los invitados y haciendo repaso, caí en que fue una boda “handmade” total.


Obviamente, para todos los novios, su boda es la más bonita, pero en nuestro caso, no sé si fue la más bonita, pero si intentamos que nuestras familias y amigos participaran y la hicieran suya.


Antes de estar con el que hoy es mi marido, tuve una relación que salió fatal (afortunadamente para mí 🙌).


El que más o el que menos ha tenido una mala experiencia amorosa y la ha sanado como ha sabido o ha podido… yo en su momento, decidí afrontar la soledad cara a cara, dándome una oportunidad para estudiar, crecer, viajar…Hay mucha gente que prefiere estar en pareja a tener una vida en solitario, pero yo me dije a mi misma que la persona que llegara (si llegaba) tendría que venir a sumar y que no tendría que necesitarme, solo quererme. Este proceso que viví, duró varios años, y aunque a veces dolía, llegué a disfrutar de esa soledad. Lo único es que independientemente de mi estado civil, yo siempre era de las que pensaba que lo mejor era estar en pareja, con alguien que te quisiera y te hiciera sentir bien, obvio (pero esto no solo lo digo yo, lo dicen cantidad de estudios😅).


Con los años aprendes a dar importancia a lo que la tiene, y llegué a la conclusión que, si encontraba a MI persona, no haría falta ni anillo ni nada, me bastaría con una anilla de lata de Coca Cola.


Fueron muchos años los que estuve sola, y yo ya me veía así:


Nuestra historia


Total, que conocí a J., con la inmensa suerte para mí, que antes de ser pareja, fuimos amigos, súper buenos amigos, con lo que conoció a la Yo verdadera, con sus luces y sus sombras, pero tal cual. Nunca tuve la sensación de querer agradarle, lo que fue una liberación porque cuando salía con mis amigas, yo era siempre la amiga antipática o estirada (¿a qué si Maremoto?🤣). Nunca me sentí cómoda en las situaciones potenciales de ligar. Fui siempre muy tímida, y me ponía roja como un pimiento, tartamudeando y todo…yo era una mujer de libros y digamos que mi “conquista” de J…pues...fue por accidente (sin intención me refiero, claro)... poco a poco y sin darnos cuenta.


Como todo el mundo cuando ya se han cumplido años, él había tenido su vida anterior. Yo asumí que, si lo nuestro llegaba a buen puerto, quizás no podría casarme, porque existía la posibilidad de que no quisiera volver a pasar el mismo proceso. Yo lo entendía y, aun haciéndome ilusión, después de tanto tiempo, estaba tan contenta de haberle encontrado, que pensé que lo importante era estar juntos y fin.


Finalmente, tengo que deciros que fue muy generoso, conmigo y con nuestra relación…a pesar de su experiencia previa, él quería celebrar nuestra unión, con tanta ilusión como la mía, recogiendo cada guante que le lanzaba, por muy loco que fuera.


Tuve una bonita y especial pedida de matrimonio...fue la noche de Reyes de 2014...y yo... pues yo le había comprado un futbolín como el de la foto...imaginaros la situación🤣🤣...



Empezamos con ilusión con los preparativos de nuestra boda para ese mismo septiembre... ¿para qué esperar?


Yo quería una boda de verdad, cercana, donde conociera a todo el mundo y donde todos se sintiera cómodos y felices. Había ido a bodas donde parecía que era una fiesta solo para los novios, sin pensar en qué podía gustar o no a los demás, bodas que parecían de la realeza con tanto protocolo…ya os he hablado de mi sentido del humor, y a mí todas esas cosas, no lo podía evitar, es que me daban mucha risa…


Fue todo muy rápido, pero todo salió todo genial por suerte.


Este Post está durando demasiado, así que no voy a tener más remedio que hacerlo en veces, porque no me gustaría que se hiciera pesado, y no quiero cortarme de contaros cualquier detalle que considere que es gracioso o especial.


Espero poderos seguir contando más el domingo.


Un abrazo💕



B.B.

 
 
 

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