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Los ismos


Hoy quería profundizar en un tema que traté el otro día en mi último post. Tras releerlo me di cuenta que es algo sobre lo que me gustaría hablar con más detalle, aunque pueda suponer abrir un meloncito.


Os comentaba cual era mi libro favorito y que consideraba que su protagonista femenina quedaba definida por Jane Austen como una mujer avanzada a su tiempo qué se cuestionaba el estatus establecido.


Algunos pensaréis que podríamos decir que fue una mujer feminista, pero he de deciros que no me gusta utilizar este término, ¿por qué?


Pues porque no estoy de acuerdo con algunas de las manifestaciones del feminismo.


Yo os explico.



¿He sufrido discriminación por mi condición de mujer en el ámbito laboral?


Si.


Estoy convencida que, si hubiera sido hombre, quizás mi carrera profesional hubiera sido otra, y seguro hubiera cobrado más salario. Al dedicarme a Recursos Humanos lo he visto y lo sufrido.


No obstante, no he dejado de luchar y pelear como una leona donde haya sido pertinente para poner en valor mi opinión.



¿Afecta la maternidad al desarrollo profesional de la mujer?


Si, rotundamente sí. Lo he visto y lo he sufrido.


No obstante, no he dejado de estudiar y prepararme para seguir intentándolo. Embaraza de mi primer hijo recogía el título de mi tercer máster.


Pero tristemente, las mujeres tienen el gran peso del cuidado de la familia. Digo tristemente, no porque sea una tristeza el cuidar de nuestros hijos (en mi caso en concreto, son mi orgullo y motor), sino porque no suele haber un equilibrio entre ambos progenitores en los diferentes roles que desempeñan.


Estudios han demostrado que, con todo esto de la Pandemia, muchas mujeres han perdido capacidad adquisitiva o incluso su trabajo.


¿Dónde nos metíamos a los pobres de los niños?


Muchas parejas sin opciones, seguro que habrán tenido que elegir entre el sueldo más alto y el más bajo, y ese asunto ya sabemos cómo va.



¿Quiero que la mujer tenga los mismos derechos que un hombre?



Pero igual que quiero que un gordito, tenga los mismos derechos que un delgado, uno con los ojos claros, los tenga como los de ojos oscuros…


El género no deja de ser una variable más de las que hay que tener cuenta para garantizar que nadie se vea discriminado.



¿Somos iguales?


No


Ni mejor, ni peor...en el mismo plano, pero distintos.


No quiero ser hombre, yo quiero ser mujer…. adoro ser mujer.


Todos somos PERSONAS y tenemos diferentes peculiaridades. A mí me gusta ser mujer y creo que garantizar los mismos derechos no significa "ser iguales” … Estoy convenida que la diferencia nos enriquece y nos hace únicos y especiales.


Con esto de la Pandemia, y el cómo han gestionado diferentes gobiernos y países sus consecuencias, se ha hablado de la gestión tan eficiente que han hecho los países gobernados por mujeres.


En Linkedn he podido leer algunos artículos que hablan de que las empresas, ante una situación de cambio, incertidumbre e inestabilidad como la que estamos viviendo, requieren ahora de líderes con habilidades más propias de mujeres.


Ayer veía un vídeo de Rocío Jurado de una entrevista que le habían hecho hace mil años en “Lo más Plus”, y Máximo Pradera le preguntaba si era consciente que era un icono para el público homosexual. Además de decir que estaba encantada porque consideraba que era un colectivo con una sensibilidad especial, dijo que la cosa en realidad iba de si eras buena gente o no, y que mala gente había entre heterosexuales y homosexuales, que esa variable para ella quedaba al margen.


Que lo importante era si se era buena o mala persona.


Pues eso, que si lo dijo “La más grande” no seré yo quien lo discuta.



No creo en las cuotas.


Por mi puesto de trabajo he tenido que formar parte de diferentes comisiones o grupos de trabajo, pero hubo una Comisión en concreto de la que no quise formar parte y fue cuando me dijeron:


“Hemos pensado en ti, porque nos falta una mujer”


¿Whaaaaaat???? Pensé yo.


“Pues no contéis conmigo. Tengo suficiente criterio, sentido común y bagaje profesional como para que me elijas por una cuestión de género.”


Es como si me hubieran cogido por alta, por ojos verdes… cuando usan la variable sexo y aluden en estos términos a la mujer, a mí me ofende especialmente.


Ser mujer es un orgullo, no es un mérito.


Un puesto debe ser desempeñado por la persona que reúna los requisitos exigidos para el mismo: formación, experiencia, capacidades y competencias.


Lo que no sea eso es DISCRIMINACIÓN.


En mi experiencia como reclutadora; nunca he hecho una pregunta diferente a un hombre frente a la que le haría a una mujer y nunca he seleccionado a ningún candidato atendiendo a su género.


Así que en cuestión de cotas:


“Hasta luego Mari Carmen! Si sabéis contar, no contéis conmigo. Si quieres una Barbie, la puedes encontrar en la Sección Juguetes”



No me identifico con ningún movimiento


Mi primera clase en la Facultad de Psicología, fue Psicología Social de los Grupos, y salí fascinada.


El profesor nos habló de la presión del grupo y de cómo la conciencia colectiva diluye la individual, afectando esto también al sentido de la responsabilidad.


¿Qué significa esto?


Que en grupo somos capaces de hacer cosas que no haríamos de manera individual (esto puede afectarnos para bien, pero también para mal).


Yo quiero mantener mi criterio propio, y quiero poder desmarcarme del grupo cuando no esté de acuerdo. No estoy de acuerdo con el pensamiento único, sea cual sea, creo que nos hace un flaco favor como sociedad.


Hay que fomentar el pensamiento crítico, porque discrepar no es malo, ni un problema, más bien es enriquecedor, porque nos da la opción de conocer otra manera de pensar y hacer las cosas.


Además, no estoy de acuerdo en cómo los grupos se apropian de ideas que no pertenecen a nadie y nos pertenecen a todos. Nadie me dice como tengo que pensar y “si pienso esto, soy lo otro”.


Tenemos que evolucionar como sociedad intentando encontrar solución a los problemas reales de los ciudadanos de hoy.


Veía hoy un vídeo de Marian Rojas Estapé, que decía:


“La felicidad consiste en conectar de manera sana y equilibrada con el momento presente, habiendo superado las heridas del pasado y mirando con ilusión al futuro, porque si vives en el pasado te conviertes en un depresivo, y si vives siempre angustiado por el futuro te conviertes en un ansioso, y entonces tenemos la ansiedad y la depresión, las dos grandes enfermedades del siglo XXI”


Creo que no puedo añadir nada mejor para acabar el post de hoy.


Espero que hayáis entendido mi posición, en caso contrario, si no la compartís, espero que compartáis conmigo, al menos, la idea de que no hay nada malo en pensar diferente y que, con respeto y educación, siempre se puede debatir.


Un fuerte abrazo.


B.B.

 
 
 

1 Comment


amparopresencia
Jul 26, 2020

No puedo estar más de acuerdo contigo y con la claridad que te expresas.un abrazo

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