Mis amigas

TIPARRACAS es como se llama nuestro grupo de What.

Así somos.

Por desgracia, no nos vemos todo lo que queremos porque vamos de cráneo todo el día: trabajo, niños, casa, etc…obligaciones mil…y es difícil cuadrar agendas.

.

Pero es que es vernos y es como si estuviéramos en el instituto.

En mi casa dicen que no es posible decir tantas veces “tía”… pues si…nosotras lo hacemos y juntas, somos capaces de emitir cantidad ingente de palabras por minuto…como he dicho, no nos vemos lo que queremos y el tiempo es oro…nos atropellamos al hablar, nos cortamos, una no se entera porque está sorda, la otra no calla…y así pasamos el rato….y nos reímos, y nos reímos hasta que nos duele la barriga…y lloramos…de pena pero también de alegría…

En esos momentos, a veces me paro y las miro, como desde fuera, y pienso en todo lo que las quiero y cómo me divierto con ellas.

Son tantos los años que nos conocemos, tantas las cosas que hemos vivido juntas, que sabemos nuestras virtudes y nuestros defectos, por lo que podemos ser nosotras mismas…brutas, finas, malhabladas...decir tontunas, tener malos días…que no pasa nada, nos queremos y nos aceptamos así.

Dejamos de ser madres, esposas, hijas, para tener diecisiete años y ser las cuatro empollonas de instituto, buenas hijas, sanas, responsables, que en su momento parecían cuatro panolis, pero que hoy en día son unas mujeres valientes, hechas a sí mismas, que están en su mejor momento.

Las quiero y las admiro, por lo que son, por lo que serán y por los hijos tan estupendos que están criando.

Normalmente las echo de menos, pero durante este confinamiento en que es difícil encontrar un momento para una misma, hay ratos en que todavía más…me gustaría poder echarnos esas risas de dolor de barriga, que tanto bien nos hacen.

Miss you girls ❤

B.B.