Nuestro lugar en el mundo

Estaba hablando el otro día con mi madre, ya sabéis, esas conversaciones entre madre e hija en las que estás hablando de algo importante, y que se ven interrumpidas por otras cosas, como por ejemplo, que te has acordado que necesitas confirmar la receta de las lentejas, y que luego retomas, pero vuelves a interrumpir porque los nenes tienen que merendar, vuelves a retomar y sigues hablando de cosas importantes…y así, sin perder el hilo y tan panchas.

Le estaba preguntando si había escuchado que, a partir de enero de este año, el permiso por paternidad se había alargado hasta las 16 semanas (igual que el de las madres) y le estaba diciendo lo mal que me parecía. Qué me perdonen los padres y las madres que se sientan aludidos/os, ahora me explico.

¿Por qué? Me parece muy bien que los padres disfruten de más días con el bebé, con la mami…en familia…son días muy importantes en los que es importante estar, crear vínculos, estrechar lazos…

¿Qué es lo que me parece mal? Qué creo que la gente que propone este tipo de medidas no entiende el proceso biológico por el que pasa una madre y todo lo que implica para ella el nacimiento de un bebé, tanto a nivel físico como psicológico. A veces, tengo la sensación de que quién hace política o toma decisiones importantes en relación a la mujer y los cambios que experimenta a raíz de la maternidad, no tiene ni puñetera idea de lo que está hablando.

Creo que se lucha equivocadamente por la igualdad, cuando lo que se tiene invocar es JUSTICIA. No se puede dar el mismo tratamiento para una madre (que ha parido) que a un padre. ¿Significa que los padres no se merezcan el permiso de 16 semanas? ¡NO! ¡es importante! Lo que me parece una ridiculez es que una madre SOLO tenga 16 semanas.

Se habla de la importancia de la lactancia materna, de cómo el bebé adquiere un montonazo de defensas si se alimenta este modo, qué sería conveniente hacerlo hasta no sé cuánto mes…y digo yo, si tienes la suerte de estar trabajando (sino te ha causado a nivel laboral, previamente, un problema quedarte embarazada) pero te dan la patada en el culo a las 16 semanas para volver… ¿es entonces suficiente la lactancia materna solo durante ese período de tiempo? O… ¿Cómo se come eso entonces?

Yo personalmente, solo puedo hablar de mi experiencia, que fue la lactancia materna hasta casi los seis meses (me junté vacaciones, permisos, etc.) y las semanas previas a irme a trabajar fueron horribles. Ninguno de mis hijos quiso biberón…dicen que los biberones en estos casos, no los debe dar la madre e incluso que mejor no estar presentes, porque ante su presencia, solo quieren mamá…yo me iba de casa, me escondía en otro cuarto, compré tres mil tetinas, con leche materna, con fórmula…y acabé yéndome a trabajar con la congoja e incertidumbre de no saber si mis hijos iban a comer. Horroroso. Las madres que hayan pasado por esto, me entenderán.

Al incorporarme, tuve la suerte de poder dejar a mis hijos, en las mejores manos posibles, ya que mis padres me ayudaron tanto y tan bien con los dos…tuvimos mucha suerte y casi fueron a la guarde con año y medio…y aún recuerdo la sensación de culpabilidad y las ganas de llorar que tenía al salir del Pediatra (en ambos casos) cuando le dije que empezaban la guarde, porque lo que me venía a decir es que lo conveniente era apurar a estar en casa lo máximo posible por el bien de los niños…como diciendo; "¿Qué pensabas? Tener hijos es esto y yo te digo lo que es lo mejor para ellos".

Me vino a la memoria la entrevista que una periodista le había hecho a Rafael Santandreu y cómo hablaba del daño que nos hacía dar importancia a la opinión de los demás. Qué partíamos de la premisa errónea, de pretender agradar a todo el mundo, sin entender que eso era materialmente imposible. Como consecuencia de esto, y nuestra constante búsqueda de la aprobación de los demás, la mayoría de personas optaban por guardar silencio. Había gente que se callaba por el miedo a expresar su opinión y que esta pudiera ser cuestionada, criticada…yo le contestaba a mi madre, que siempre había intentado ser muy prudente, y que en determinados foros y con determinadas personas, había preferido guardar silencio por un bien superior, pero que me estaba empezando a rebelar. Últimamente y siempre con el máximo respeto del mundo, siento la necesidad de alzar la voz y dar mi opinión. Los que no se callan por atrevidos, imprudentes, por considerar que tienen la razón de su parte, o los que alzan más alto su voz… nos quieren hacer creer a los demás que recogen la opinión de la mayoría y no es así.

Así que lo que me gustaría es que a las mujeres en general, pero a las que son madres en particular, nos dieran nuestro sitio. Qué a las madres que quieren ejercer la maternidad con responsabilidad se les trate con el respeto que merecen por la tarea "taaaan" importante que llevan entre manos.

Justo ese mismo día también vi unas declaraciones de Anne Igartiburu que decía lo siguiente: “Yo lo tengo claro: a día de hoy o te dedicas a una profesión o crías un hijo, dos o los que quieras, pero las dos cosas tal y cómo está organizado es complicado. Tenemos que luchar por cambiarlo”

Y fue acabar de comentarle estas declaraciones a mi madre y darme cuenta que qué le estaba contado a mi madre, qué es tal cual lo que tuvo que hacer ella cuando nos tuvo a nosotros (yo soy la pequeña y soy del 79). Tuvo que dejar de trabajar y volvió a la vida laboral como emprendedora con un negocio familiar. De otra manera, hubiera sido imposible…y me entristeció pensar que 41 años después poco ha cambiado la historia.

En fin, seguiremos día a día luchando para darnos el lugar que nos corresponde dando gracias por tener unas madres que lo han dado todo por nosotros.

Un abrazo,

B.B.