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Prudencia


No sé cómo tratar este tema para no generar susceptibilidades, pero creo que debemos hacer, al menos, una reflexión a este respecto.


No se puede obviar la situación tan dramática que algunos negocios están sufriendo por las diferentes limitaciones que se están imponiendo en las comunidades autónomas.


En un país como el nuestro, donde el sector servicios es protagonista absoluto, cualquier limitación que se produzca en relación a la movilidad de las personas tiene una repercusión directa en la actividad de estos negocios.


Se me parte el alma pasar por calles donde ha habido negocios de toda la vida, donde de repente se empiezan a ver persianas bajadas, carteles de “se vende”, “se alquila”, liquidación, etc.


Me siento muy cercana a las fallas y veo con mucha tristeza como artesanos de diferentes ámbitos, pero siempre vinculados a nuestra preciosa y única fiesta, están desesperados ante el panorama tan desolador que están viviendo.


Yo misma, no puedo haber empezado con mi pequeño negocio en un momento más nefasto. Así que creedme que entiendo perfectamente de que va el asunto.


Pero últimamente estoy leyendo una serie de mensajes en contra de grandes superficies y cadenas…viendo una polarización que no me gusta nada.


Quienes me conocen saben que, en ocasiones, me veo defiendo causas en las que realmente no creo, o con las que no estoy de acuerdo, porque se les está tratando o juzgando de manera injusta y esto me incomoda.


Soy de las personas que tienen el convencimiento que para brillar no hay que apagar la luz de los demás.


Yo he trabajado algunos meses en Leroy Merlin hace ya muchos años.


Tengo conocidos y amigas que trabajan o han trabajado en el Corte Inglés.


Así que no me gusta que se intente fomentar el no consumo de grandes superficies.


No pensemos en los dueños de esas empresas, pensemos en toda la gente que trabaja en ellas y que, gracias a ese empleo, puede sacar adelante a sus familias.


Adoro comprar en el comercio de proximidad…


La paquetería de María José, la papelería de Cristina, la carnicería de Bea…el nombre propio, que sepan lo que te gusta…o el famoso; lo de siempre!


Pero también me gusta comprar on-line.


Porque hay que tener en cuenta algo. Creo que pocas personas se encuentran cómodas con la situación que estamos viviendo, pero lo que está claro es que debemos aceptarla como nuestra situación “hoy” y en base a eso debemos actuar.


Si algo ha puesto de manifiesto esta horrible Pandemia es que algunas cosas deben cambiar, y que algunos cambios han venido para quedarse, y quién no entienda esto y se empeñe en seguir funcionando como hasta la fecha, y tristemente, fracasará.


Muchos negocios, por desgracia, desaparecerán, pero otros se reinventarán y resistirán porque habrán aprendido a vivir en esta nueva situación.


Seamos prudentes por favor, y aunque muchas veces nos mueven nuestras mejores intenciones y sentimientos, no olvidemos de qué manera nuestro comportamiento puede impactar en los demás, positiva, pero también negativamente.


Pensemos en todas las familias y actuemos pensando en qué hacemos lo que consideramos lo mejor, pero intentando no perjudicar a nadie.


Las personas que regentan comercios de proximidad tienen familia, pero los que trabajan en Amazon también. No pienso en Jeff Bezos, pienso en los mensajeros, en las personas que preparan los pedidos, etc. y también tienen derecho a llevar un plato caliente a su mesa.


Espero haberme podido explicar bien.


¡Un abrazo!

B.B.

 
 
 

1 comentario


amparopresencia
11 nov 2020

Tienes razón Isabel.en tu planteamiento pero somos manipulables marionetas,nos dejamos arrastrar sin pensar las consecuencias de nuestros actos,palabras etc,un beso.

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